Lucia Aguilar.
Publicado en el Libro
ATARDECER DE LA VIADA.: Testimonios de siete mujeres Latinoamericanas residentes en Vancouver Canadá . 2016
By Esther Frid.
A VANCOUVER
Vancouver, ciudad moderna
construida junto al mar,
con edificios que brillan
como gotas de cristal.
Tu eres la joya preciosa
que por toda tu hermosura,
resaltas entre todas las ciudades
de este inmenso país
que se llama Canadá.
En tu regia vestidura,
portas, soberbio broche esmeralda
Tu Stanley Park, primoroso
con su “Laguna Perdida”
como una princesa dormida,
con los arrullos del mar.
En English Bay tus ocasos
tienen mágico esplendor,
tiñendo de oro y nacar
las aguas del mar azul.
Por el Puente de Los Leones
corre el agua que va al mar,
y el murmullo de esas aguas
es para mis oídos,
como un canto angelical.
Mi sorpresa, grande fue
cuando conocí tus ríos,
que como arterias vivientes
te llenan de verde frescura.
El sonriente “Capilano”
que baja de tus montañas
entre bosques milenarios,
y el caudaloso “Rio Fraser”
como cinturón de plata
contornea tu litoral.
Cada año me deslumbras,
cuando ofreces a mis ojos
la euforia de tus colores ,
en tus azaleas y rododendros,
narcisos y tulipanes,
y me embriaga el aroma
de tus tiernas hycintas,
pero quedo embelesada
cuando extiendes
por tus calles y avenidas,
la mantilla sonrosada
de tus cerezos en flor.
Vancouver
No solo eres hermosa,
para mi haz sido
como una madre amorosa,
que me acunó en sus brazos,
y en el místico silencio
de tus bosques y jardines,
se cerraron mis heridas
y encontró paz mi alma
para formar, un nuevo hogar.
Mi vida fue como un árbol
trasplantado tardíamente,
pero tu suelo fecundo
lo nutrió con nueva sabia
y de mis exhaustas ramas
vi nacer los nuevos
y radiantes brotes,
que son mis nietos y bisnietos
que me llenan de alegría.
Vancouver,
Mi hogar querido,
donde me trajo el destino
y mis días terminare.
Estoy frete a tus montañas
que cada invierno te tiñen
con su corona de nieve
y con voz firme,
pronuncio mi último deseo:
que ellos sean
mi eterna urna funeraria
y entre sus brumas y nieves
descanse ya, para siempre.